jueves, 17 de noviembre de 2022


Los Tatuajes

Hay una porción de la población mundial que admira y usa los tatuajes. No obstante, los tatuajes pueden causar infecciones en la piel y ser portadores (en caso de agujas  ) del VH, hepatitis y otras enfermedades dérmicas y sanguíneas. Ni siquiera son estéticos. Un rostro, brazos, un cuerpo cruzados con tatuajes generan una impresión desagradable. Cabe hacerse una pregunta: ¿los tatuajes son gratos a Dios, al Padre Eterno y Universal? Si admitimos que el Padre nos dotó en principio de un cuerpo sano, la respuesta es no. El pueblo judío, cuya responsabilidad religiosa en el mundo occidental es muy importante, no los acepta al punto de no admitir en sus congregaciones a personas tatuadas, salvo que lo sean antes de su conversión al judaísmo. Lo mismo podemos decir de la iglesia cristiana en sus diversas denominaciones, especialmente las llamadas evangélicas. ¿Creemos  que el Padre Eterno se complace con las marcas con que horadamos nuestro cuerpo? La respuesta es no. Y ello lo constatamos en las Sagradas Escrituras.

En Levítico 19:28 se dice: “No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor”.

            Y en 1ª. de Corintios 3:16:17: “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois”.

            1ª. de Corintios 6: 19:20: “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”

            Los tatuajes son, pues, contrarios a la voluntad del Padre Eterno y colocárselos es un acto de desobediencia, sobre todo si quien se los pone forma parte del Cuerpo de Cristo, amén de los efectos perniciosos tanto para la salud como para la apariencia de las personas.

 Se ha  citado a los maoríes, pueblo indígena de Nueva Zelanda, como un ejemplo de la pertinencia de los tatuajes. Los tatuajes son un rasgo cultural de este pueblo, pero eso no los justifica. Los maoríes son un pueblo que recién sale de su primitividad, y están emigrando hacia los centros urbanos de Nueva Zelanda. Aquí, es de esperar, se reeducan a propósito de estas marcas corporales tan antiestéticas como peligrosas para la salud. Lo mismo puede decirse de las comunidades tribales de África sub-sahariana, aficionadas también a los tatuajes: en la medida en que pasan a niveles más altos de convivencia, van dejando atrás esta inconveniente costumbre.

  Aclaratoria: esta nota la he redactado como una contribución a las previsiones respecto de los tatuajes, que se han hecho muy populares en todo el mundo. No entraña, pues, ningún juicio de valor. Tengo familiares muy cercanos que se los han hecho. Afortunadamente ya se sabe que los tatuajes pueden ser eliminados a través de cirugía con rayos láser. 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Tatuajes Hay una porción de la población mundial que admira y usa los tatuajes. No obstante, los tatuajes pueden causar infecciones en l...