El
cristianismo evangélico hoy, una respuesta al Sr. Malamud
Las
iglesias cristianas evangélicas están teniendo gran participación en la vida política
latinoamericana porque son consecuentes con el mandato de Jesús descrito en la
Biblia como "La Gran Comisión" (Mateo 28: 19-20). También porque hay
una gran sed de Dios en la población latinoamericana, especialmente entre la de
menores recursos, sin desmedro de las clases medias y de las pudientes; por
tanto, hoy día la iglesia cristiana evangélica es enteramente policlasista. Tal
vez sea verdad que la ralentización del activismo católico y el
"desprestigio" de determinados partidos políticos, entre otros
factores, hayan favorecido el auge del cristianismo evangélico. Tal vez, digo,
porque lo primeramente expuesto es lo que parece determinante. Para entender la
actitud del cristianismo evangélico (más allá de sus denominaciones) es
esencial conocer su fundamento bíblico, el cual da lugar a una ética homogénea
y respetada. Por supuesto, la iglesia cristiana evangélica no contemporiza con
el matrimonio igualitario, el aborto, el divorcio, el movimiento LGBTI que, a
menudo, gravitan en un poco convincente concepto de libertad. No contemporizan,
pero eso no indica que rechacen a quienes los encarnan. Al contrario, los
comprenden y estimulan su acercamiento a fin de proveerles ayuda espiritual y
respaldo diverso para liberarlos de su condición. Si el Sr. Malamud investigara
sobre lo que en este aspecto han hecho las congregaciones cristianas del
continente, incluyendo a EUUU, seguramente depondría muchos de sus prejuicios.
Suponer
que los cristianos evangélicos en un momento dado pasarían “a una acción
directa” es algo risible: su vocación deriva de la tradición pacífica de Jesús.
Los Testigos de Jehová, una secta en la nomenclatura de las congregaciones
cristianas, dieron dolores de cabeza a Hitler pues, a riesgo de sus vidas, se
negaron a participar en la guerra. “Gladiadores de Cristo” es una expresión que
no debe entenderse de manera literal pues, en su acepción simbólica, todos los
cristianos nos concebimos como “soldados de Cristo” en la perspectiva de una
guerra espiritual entre el bien y el mal. Finalmente, el Sr. Malamud dice que
el “maniqueísmo de corte populista” de los evangélicos, amén de reforzar las
opciones conservadoras, favorece el retroceso de los partidos de izquierda “e
incluso de las posturas bolivarianas”. ¿A qué posturas bolivarianas se refiere?
Las únicas posturas bolivarianas son las que representó Hugo Chávez en su
momento y Nicolás Maduro en la actualidad. Y ya sabemos sus resultados: Maduro
consolidó la dictadura iniciada por Chávez y hoy Venezuela es uno de los países
más infelices del mundo: escasean dramáticamente la comida y las medicinas, la
gente pobre rastrea en los basureros para no morir de hambre, los niños mueren
al nacer por falta de alimentos e insumos básicos en los hospitales, el gas
para cocinar y para suplir agua caliente para el baño personal se ausenta por
meses, los apagones son habituales, las colas para proveerse de la harina para
las arepas y otros bienes básicos son largas y rayan en lo inhumano, la
hiperinflación es la más grande del planeta, etc.,etc.
(PD: esta nota la escribí en respuesta a un artículo del Sr. Carlos Malamud publicado en el blog "Polis, política y cultura", en 28/11/2018, dirigido por el escritor Fernando Mires).
(PD: esta nota la escribí en respuesta a un artículo del Sr. Carlos Malamud publicado en el blog "Polis, política y cultura", en 28/11/2018, dirigido por el escritor Fernando Mires).