domingo, 14 de abril de 2019

Derechas e Izquierdas


Derechas e izquierdas
            A menudo la gente en política habla de derechas e izquierdas y, como en una suerte de moda, muchos se inclinan por las primeras. Ser de izquierdas supone estar con el progreso, la vanguardia. En el siglo XX la mayoría se proclamaba de izquierdas. Venezuela fue emblemática en ese aspecto.
            Ocurrió que, en 1999 Hugo Chávez, por vía democrática, tomó el poder y se inició un gobierno de izquierda en Venezuela. Pronto, ante el temor que muchos habíamos manifestado, comenzaron a verse los resultados: las expropiaciones y el empobrecimiento del país proliferaron. La escasez amenazó, pero, en 2004, ante la inestabilidad política en el Medio Oriente, los precios del petróleo se dispararon hasta rebasar los 100$ el barril. Hubo unos años de suficiencia que dieron lugar a un clima de paz y aparente confianza. Pero los economistas expresaron su temor: La crisis del Medio Oriente iba a pasar y los precios regresarían a niveles normales de tal manera que, si el rumbo iniciado por Chávez permanecía, la economía venezolana se iría a pique. Las expropiaciones continuaron. Un poco después de morir el Comandante, encargado Maduro, los precios del barril de petróleo se contrajeron de 100$ a un poco más de 40. No era un mal precio, pero la equivocada política de expropiaciones ya exigía un cambio. Maduro la profundizó y la economía entró por un despeñadero. Los cortes de luz se hicieron más frecuentes y la escasez produjo una inflación convertida en hiperinflación en asunto de días.
            Maduro concluyó el periodo de Chávez e inició otro con un mandato electoral dudoso. Hoy Venezuela es un país destruido. Maduro y sus partidarios proclaman su afiliación de izquierdas y tildan de derecha al conjunto de sus adversarios y críticos.
            De izquierda se califican los gobiernos de Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua y, hasta hace poco, el de Correa en Ecuador. Todos aceptan ser bolivarianos. Ninguno de éstos ha arruinado la economía de su nación pero han mostrado un perfil autoritario y rechazo a dejar el poder. La consecuencia es perturbación política y social en sus países.
            Si a ellos añadimos el gobierno de Maduro, el balance de la izquierda es desolador. Por lo tanto, la izquierda ha sido un desastre al gobernar en América Latina. Si comparamos este desempeño con el de los gobiernos de derecha (así llamados por los líderes de izquierda) la conclusión es que éstos son más exitosos. Que la economía funcione y la alternabilidad democrática se realice, es garantía de estabilidad política y social. Si el gobierno no lo hace bien, podrá ser reemplazado por otro en elecciones libres. 
            En este punto me interesa hacer una reflexión espiritual: como cristiano siempre me ha sido familiar escuchar que nuestro amado Cristo Jesús está sentado a la derecha del Padre. Si está sentado a la derecha es porque la derecha es buena. Al revisar el origen de la palabra izquierda, nos encontramos con que es equivalente a “siniestro”. El DRAE así lo define; Siniestro: “…Que está a la mano izquierda/ Avieso y mal intencionado/ Infeliz, funesto o aciago/ Propensión a lo malo; resabio, vicio o dañada costumbre que tiene el hombre o la bestia”.
            Izquierda es, pues, igual a siniestro. En idioma italiano izquierda se dice “sinistra”. En el campo espiritual la izquierda representaría lo contrario a las preferencias del Señor, el Dios Creador del Cielo y de la Tierra, Dios de amor absoluto y misericordia, Amadísimo Jehová de los ejércitos.

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